La ruptura de un acueducto del tanque principal ubicado en la parte alta de Alto Lucero provocó el derrame de miles de litros de agua que escurrieron cuesta abajo, causando alarma entre los vecinos porque se pensaba que la gran estructura iba a colapsar.
Un verdadero río bajaba por entre las viviendas ubicadas en las calles Leona Vicario, Emiliano Zapata, Francisco Zarco, 19 de Septiembre y Francisco I. Madero, de la colonia Cenecista. El agua alcanzó terrenos no colonizados ubicados en las inmediaciones del fraccionamiento Colinas del Sol.
En su paso desde la cuesta, hasta terrenos bajos, el agua formaba pequeñas cascadas en las laderas y zigzagueaba entre las zanjas que protegían los hogares de la gente humilde. Esto fue considerado una llamada de alerta a la CAEV para que se repare el agrietado tanque, ya que su ruptura podría provocar una tragedia.