Subastan arte prehispánico

Xalapa, Ver.- Con precios de entre los 2,500 a los 20 mil euros una casa de subastas en París anunció la subasta de arte prehispánico descubierto en el estado de Veracruz.

La subastadora es la Sociedad Binoche et Giquello de Francia, al programar una subasta de venta libre en línea el próximo viernes 11 de febrero.

Los pujantes podrán elegir en­tre una colección arte prehispánico de los estados de México, Veracruz, Guerrero, Colima y Jalisco, perte­necientes a diversas culturas me­soamericanas.

De las piezas veracruzanas, la de mayor valor es la denominada “Personaje importante”, la cual muestra a un noble sentado, ela­borado en cerámica, pero cubierto por una pintura a base de chapo­pote. Con una altura de 50 centí­metros, la Casa de Subastas estima su antigüedad entre el año 500 y el año 900 después de Cristo.

Por esta obra de arte, la Socie­dad Binoche et Giquello pide un precio inicial de entre los 15 mil a los 20 mil euros, es decir, de 350 mil a 465 mil pesos mexicanos.

La Casa de Subasta además fijó un precio de salida de 4,000 a los 5,000 euros por una figura en cerá­mica de un sacerdote con máscara, descubierta en la zona de monu­mentos arqueológicos de Nopiloa, Tierra Blanca, con una antigüedad de entre el 600 al 900 d. de J.C.

En pesos mexicanos, el valor de la estatuilla ronda los 93,000 a los 116, 500 pesos mexicanos.

Asimismo, se puso en subasta un hacha con forma de jaguar, des­cubierta en el estado de Veracruz, cuya antigüedad se remonta entre el año 550 y el 900 de nuestra era.

La Sociedad Binoche et Giquello pide por esta pieza un precio de en­trada de 2,500 a 3,500 euros, lo que equivale a unos 58 mil 196 a unos 81 mil 475 pesos mexicanos.

Sobre esta acción, la Secretaría de Cultura manifestó a nombre del Gobierno y del pueblo de México, la rotunda desaprobación a las su­bastas, las cuales contemplan pie­zas anunciadas como procedentes del territorio mexicano.

La dependencia exhortó nueva­mente a reflexionar respecto a los códigos éticos y morales en torno a la comercialización de bienes cul­turales expoliados de forma ilegal, acto que atenta contra el patrimo­nio de la humanidad.

En esta ocasión hace un llama­do para detener las subastas, bajo la consideración de que los valores históricos, simbólicos y culturales de dichos bienes son superiores a cualquier interés comercial.

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