La Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP) ha dejado un enorme despilfarro y daño patrimonial en Poza Rica. Tan solo en la construcción de la salida a Cazones, en un kilómetro de este camino se entregaron 13 millones 984 mil 466 pesos, pero la obra estaba inconclusa y para ello la SIOP licitó otra obra de “modernización” para cubrir los trabajos mochos.
Así como en esta obra, el ayuntamiento tendrá que termina este trabajo, que para lo único que han servido es para despilfarrar recursos y favorecer a un grupo de constructores.
Los empresarios que ganan las obras siempre son allegados a los altos funcionarios, sin importar que las dejen al garete, sin concluir áreas importantes.
El gobierno del estado pagó en tiempo y forma a la empresa Gybsa Construcciones, S.A. de C.V., contrato conseguido por medio de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), para la ampliación a cuatro carriles sobre la Curva Marina, del bulevar López Mateos, sin embargo, todo quedó a medias. Ahora se tendrán que colocar las luminarias por las que la empresa no pudo responder, un gasto extra que le costará a los pozarricenses, pues la SIOP no pudo exigir a los empresarios que respondieran por sus fallas. El conflicto de intereses es muy claro, pues las fallas en la construcción del bulevar Adolfo López Mateos, en sus dos primeras etapas, siempre han sido encubiertas. La empresa Gybsa Construcciones, no aprobó los estudios de calidad a los que fue sometida la construcción, aun así se le siguen entregando contratos.
Incluso hubo quejas por el agrietamiento del concreto utilizado, banquetas sin concluir y afectaciones a terceros, pero en las revisiones la SIOP las pasó por alto. La mala calidad en la construcción ha sido una constante en las obras, pero a pesar de que sus empresas favoritas han dejado una estela de fallas, siguen apapachadas.