Puente colgante a punto de caer

Cazones de Herrera, Ver.- Vecinos de la cabecera municipal hacen un llamado a las autoridades de Protección Civil y a la Policía Municipal para que se implementen acciones más drásticas, para evitar que jóvenes deportistas y estudiantes sigan haciendo uso del puente colgante que comunica a la cabecera con la comunidad Paso de Cazones, ubicada del otro lado del río Cazones.

En horas de la mañana del domingo, los reportes a Protección Civil y a la comandancia de la Policía Municipal se replicaron, dando a conocer que decenas de personas iban cruzando por el puente a pesar de las peligrosas condiciones en que se encuentra.

Fuentes del ayuntamiento dieron a conocer que se ha dispuesto de una patrulla para que elementos de la Policía exhorten a la gente a no hacer uso del puente, pero como no puede permanecer constantemente en un mismo lugar, realizan recorridos en diversos sectores y retornan al puente.

Cabe mencionar que Protección Civil lo clausuró hace unas semanas, ya que tras el paso del huracán Grace, el piso de fierro se partió y hay una separación considerable, además de que con el paso de una sola persona toda la estructura se mueve, y lo peor es que en ese tramo no hay barandal, pues de ambos lados los fuertes vientos del huracán los arrancó y terminaron en el suelo, entre la maleza.

“Si llegara a ocurrir un accidente, el ayuntamiento no tendría ninguna responsabilidad, ya que, además de que se divulgó la clausura del puente, también se ha colocado un letrero de ‘clausurado’, pero algunas personas no acatan la orden y han roto la malla que se colocó precisamente para evitar el paso”, comunicó.

La fuente agregó que es necesario que los padres de familia hablen con sus hijos y los conminen a no hacer uso del puente, ya que hasta ahora el paso de un extremo a otro se hace de forma gratuita, en una lancha propiedad del ayuntamiento, en tanto inician los trabajos para desmantelar totalmente esa estructura dañada y construir una nueva por parte del gobierno federal y estatal.

Por Roberto Aguilar Tolentino

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