Facebook sigue siendo red social más usada del mundo incluso tras la pandemia de la COVID-19. Según los datos que maneja Statista, sigue muy por delante de YouTube, su competidor más cercano. Otra cosa es la crisis de identidad por la que está pasando, que ya dura varios años.
Ahora no es que se haya descubierto que Facebook recopila demasiada información de sus usuarios ni que esta se pueda usar para fines más que cuestionables, como condicionar el voto en EEUU con un poco de ayuda de trolls rusos.
Su problema es la publicidad, el pilar más importante de la compañía dirigida por Mark Zuckerberg. Como Google, Facebook vive de la publicidad que pagan toda clase de negocios, desde grandes multinacionales hasta pequeños negocios locales, para promocionar sus productos o servicios en los muros de los usuarios, algo a lo que Facebook ayuda mucho pues conoce al dedillo cómo es cada perfil de consumidor.
Tras los disturbios y protestas en EEUU tras la muerte de George Floyd, las protestas se han diversificado y tienen otros objetivos, como las redes sociales que han decidido no actuar ante los mensajes de odio emitidos en sus plataformas. A Twitter le ha tocado un poco, pese a que censuraron al mismísimo presidente Trump, pero Facebook se ha convertido en el gran objetivo.
Apuntad los nombres. En menos de una semana, Unilever, Verizon, Starbucks, Coca-Cola y Clorox han decidido parar de pagar publicidad en Facebook. No se han adscrito a las protestas y boicot oficiales contra la red social impulsadas desde organizaciones en favor de los derechos humanos, pero de un día para otro, Facebook se ha quedado sin los ingresos publicitarios de algunas de las compañías más importantes de EEUU y del mundo.
Y no pasa absolutamente nada: Facebook es una empresa tan grande y tan masiva que, aunque perdiera a sus 100 anunciantes más importantes, su cifra de ingresos ‘sólo’ descendería en 4.200 millones de dólares (casi 4.000 millones de euros), lo que equivale a un 6% del total.
Por irónico que parezca, no son las grandes marcas las que hacen que Facebook sea la mayor empresa de publicidad del mundo junto con Google. La publicidad tradicional, de mostrarte una Coca-Cola para que te den ganas de beber algo fresquito, no proporcionan casi nada a la red social. Sin embargo, esos anuncios que te llegan a menudo vía invitaciones de amigos para que te instales un juego o una app, ahí es donde está el dinero de verdad.
Es lo que se llama publicidad con respuesta directa y es lo que ha hecho que Facebook acumule más de 7 millones de anunciantes distintos en el mundo: es efectiva, se lleva a cabo de manera casi quirúrgica y suele acabar en una compra dentro de la propia plataforma de Facebook en EEUU, donde esto está mucho mejor implementado que en España.
Aunque Facebook busca a traer a grandes conglomerados para que se publiciten, lo cierto es que lo que de verdad les importa es este otro tipo de publicidad que prospera entre las compañías de videojuegos que quieren atraer usuarios tanto como entre las pequeñas tiendas que buscan que compres lo que venden.
Si se quiere ser un cínico, se podría decir que los movimientos de las grandes empresas que están ‘boicoteando’ a Facebook más que una forma de protesta son una manera de hacer relaciones públicas sin gastar un duro. Al no estar en Facebook y comunicarlo, de pronto, cierta marca parece estar apoyando las protestas de quienes lo hacen por la inacción de la red social frente a los discursos de odio y el acoso.
Al final, la única forma de protestar contra Facebook sería no usarlo, pero esto también parece algo imposible cuando hay una generación de personas que lo usan para estar al día de lo que hacen sus familiares, de lo que ocurre en su comunidad o, bueno, para contar mentiras y tratar de manipular elecciones.
Publicado por elmundo.es
Por Bruno Toledano
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