Dirigentes del sindicato de empleados municipales, fueron desenmascarados por el propio alcalde Gregorio Gómez Martínez, de incurrir en verdaderos actos de corrupción y que tienen que ver principalmente con la millonaria venta de venta de plazas a personas que, para colmo, no reúnen el perfil necesario, por lo que ni producen ni son asignadas a un área especifica.
La verdadera molestia de las autoridades radica la falta de responsabilidad de Gustavo García García, lider de los burócratas, quien sólo piensa en los 330 mil pesos que cobra por entregar una plaza, pero nunca repara en las necesidades de los diferentes departamentos del Municipio, donde se requiere gente capacitada para la atención al público.