Aún respiran el olor a cenizas, aún tienen fresco el recuerdo de la noche trágica del 31 de enero y la madrugada del 1 de febrero, las familias que perdieron todo por un siniestro el cual arrasó con sus viviendas el año pasado, en el callejón Adolfo Rendón, de la colonia Petromex.
La señora María Concepción García Rodríguez, una de las más afectadas, reconoció vivir en medio de la zozobra porque aún hay algunas “camillas” construidas a base de madera vieja, palos secos, además de cables, que parecen medusas, dispuestas a volver a hacer daño.
POR ÁNGEL SCAGNO CASTILLO
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