Al menos tres GRUPOS de personas se encargan de vender lotes, los de mayor riesgo son más baratos.
Poza Rica, Ver.- Las cuotas semanales son parte del jugoso negocio que sacan los líderes de invasiones en el terreno propiedad federal, conocido como La Barita; donde además de vender el agua sustraída de los acueductos de Pemex, también revenden la electricidad, con redes eléctricas clandestinas.
Bajo la máscara de necesidad y bajos recursos, líderes se han llenado los bolsillos de dinero, ya que estos predios los venden desde 15 a 30 mil pesos, y no solo a gente que no tiene dónde vivir, pues para eso ocupan a reclutadores, quienes se encargan de “llevar más gente”.
Tan solo en sus reuniones semanales de cada domingo para reunir las cuotas, aunado a que incumplen las medidas sanitarias, muchos llegan en automóviles de valor superior a los 100 mil pesos, por lo que se descarta que los apoderados ilegales sean de escasos recursos.
Son varias las denuncias de personas que han hecho a este medio de comunicación, de los atropellos que cometen estos dirigentes para vender espacios propiedad de la nación, a su antojo para hacer una fortuna con ellos.
Desde 2017 se incrementaron las quejas contra Jorge Morales, un pastor religioso que se ha dedicado a vender y quitar espacios en esta invasión, pero al ser una actividad que implica un delito federal, las denuncias por los fraudes que lo señalan no pueden hacerse ante las autoridades.
Desde aquel entonces se ha asegurado que este líder religioso ofrece predios a más personas de las que puede otorgar, revende y pide efectivo sin entregarles comprobantes, por lo que en cualquier momento despoja a quienes dejan de pagar las cuotas y vuelve a ofertarlos.
Otro de los señalados es Miguel Leyton Burgos, conocido por ser agitador, quien junto a Jorge Morales se han divido esta zona para poder seguir lucrando con esta industria ilegal.
Pero en La Barita existen por lo menos 3 grupos, aunque autoridades ya han identificado otros; tan solo los vecinos de esta zona señalan a una mujer de nombre Isabel “N”, quien es la principal invasora de la zona de más riesgo, justo donde se presentó el flamazo que cobró la vida de los integrantes de una familia el pasado lunes 20 de julio.
También indican que hay otras personas, una conocida como “Supa”, Silverio Cruz y su hijo Jacobo Cruz, quienes se han apoderado del acceso de vía de Pemex, una de las mayores zonas de mayor peligro.
Estas personas, junto a Isabel “N”, que empezaron en el grupo de Miguel Leyton, fueron quienes limpiaron el predio donde ocurrió el flamazo, junto a la barda donde desfogan el gas, ellos mismos retiraron todos los señalamientos de advertencia de Pemex sobre no excavar y no quemar basura, para poder acomodar gente en ese terreno.
De esta manera un grupo organizado comete este delito, invade, vende y revenden los espacios de propiedad federal a personas, algunas que en realidad no tienen necesidad, pues construyen casas de material en muy poco tiempo, y las que lo necesitan en verdad en muchas ocasiones son despojadas.
Se sabe que la Fiscalía General de la República (FGR) mantiene una investigación activa contra estas personas, aunque no se han visto resultados, pero que es un delito del cual muy pocos lucran con propiedad federal y que ya ha cobrado víctimas.
Por Paulo Ruiz Vargas
Foto: Rafael Rodríguez
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