Filomeno Mata, Ver.- Tras esperar seis meses en el que se desafían las inclemencias del tiempo, realizar el corte, acarreo y el deshoje, campesinos se ven obligados a malbaratar la hoja de maíz, dado que no les queda otra alternativa, pues es el único recurso que tienen para obtener el dinero para la manutención de sus hijos.
“Me pagan barato el rollo, no es mucho ya que hay que pagar el acarreo de la milpa acá; no resulta, pero qué le vamos a hacer”, señala una mujer de extracción indígena y escaso hablar español, quien realiza labores del deshoje de la mazorca de maíz, a pregunta expresa de La Opinión.
Ello es una prueba de que los únicos que se benefician son los intermediarios, mismos que obtienen mayores recursos con la explotación de la misma.
Por otro lado, la hoja de maíz es muy solicitada en el mercado local, regional y nacional, dado que es muy utilizada para diversas actividades, como son hacer manualidad como muñecas, para ello normalmente son empapadas para hacer estas, que son rellenadas y atadas con cordel para crear la cabeza y el cuerpo.
De igual manera para decoración casera, estas son usadas en vez de paja para hacer manteles individuales, esteras y alfombras. Además pueden ser trituradas para ser utilizadas como forraje para espantapájaros o en lo relacionado con almohadas y colchones.