La demanda de Pablo O´Higgins

Hasta 1965 no le habían pagado el mural del palacio municipal de PR

Portada de la edición impresa del periódico La Opinión del 4 de febrero de 1965.

Luis Navarro Arteaga

Son muchas las historias que se cuenta sobre el mural del palacio municipal: que Pablo O´Higgins inventó una nueva técnica para crearlo, que el pintor y su esposa, María de Jesús de la Fuente, se enamoraron gracias a la obra, que el boceto adornaba el estudio del artista en su casa de Coyoacán o que al pintor no le pagaron por su trabajo. Parece leyenda, pero es real. Hasta 1965, el muralista no había recibido un peso por su trabajo.

En 1958 se organizó un concurso para pintar un mural en la sede del naciente municipio de Poza Rica de Hidalgo, el ganador fue el pintor nacido en Salt Lake City, Utah, Estados Unidos.  Ocho años después O´Higgins, que ayudó a Diego Rivera a pintar los murales de la Secretaría de Educación Pública, no había recibido el pago por sus servicios a nuestra ciudad.   

Ante la negligencia oficial, el autor del mural pozarricense, uno de los más renombrados artistas plásticos de México, se vio obligado a acudir a las autoridades judiciales para que le pagaran “mil pesos por metro cuadrado, el mínimo que se acostumbraba cobrar en ese ramo del arte”

 El 4 de febrero de 1965 La Opinión publicó a ocho columnas y en primera plana, el titular en tinta roja que decía así: “Demanda el pintor O´Higgins al ex munícipe Pedro Vivanco García. No le pagan aún los 235 mil del gran mural del palacio municipal.

La noticia agrega que “ El conocido el pintor Pablo O´ Higgins presentó ayer una demanda contra el expresidente municipal Pedro Vivanco, por 235 mil pesos en el Juzgado Segundo  Civil de esta ciudad”

Al artista lo acompañaban su esposa, María de Jesús de la Fuente y el abogado Hugo Díaz Morales. Hasta ese momento al pintor no se le había pagado a pesar de que para ello se había organizado el sorteo de una “casa con tres recámaras, sala comedora, cocina, garage, servicios sanitarios, en un terreno de 300 metros cuadrados…”

De acuerdo con el texto en el sorteo también se registraron anomalías pues la vivienda “fue entregada en malas condiciones a la ganadora Catalina Tamariz el 1

5 de septiembre de 1958”. La nota también refiere que “Aunque Vivanco contrató la obra en su carácter de presidente municipal dispuso del producto de la rifa y no destinó el dinero al fin especificado en los boletos”

Luego de presentar la demanda, el pintor y su esposa se trasladaron a Xalapa para hablar con el entonces gobernador Fernando López Arias. La Opinión también publica que se haría justicia al pintor y que este tenía plena confianza en el juez de esta ciudad. El desenlace de este vergonzoso capítulo de nuestro pasado será relatado en una próxima entrega, por el momento, solo resta decir que contamos la historia desde nuestra hemeroteca.