Lo que inició como una investigación contra una red delincuencial que operaba la venta de incapacidades médicas para trabajadores del sector público y privado, en la clínica 24 del IMSS con sede en esta ciudad, develó no sólo una serie de actos de corrupción, sino de impunidad rampante en favor de médicos y directivos responsables porque la irregular expedición de incapacidades continúa hoy día.
La investigación, que surgió en la segunda quincena de junio y alcanzó su momento culminante con la filtración de algunos de los nombres de los empleados investigados en los primeros días de agosto, llevó hasta el subdirector médico de la clínica 24 del Seguro Social, Reynaldo Garza Garza quien, pese a tener conocimiento de la irregular expedición de incapacidades con duración de hasta tres meses, en todo momento encubrió a sus subalternos y culpó al sindicato.
Garza Garza se encuentra en proceso de jubilación como una salida decorosa, luego del escándalo y la condena social generalizada por el incidente que terminó en la rescisión de contrato a una treintena de empleados de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y destapó la red alterna de otorgamiento fraudulento de incapacidades innecesarias a trabajadores al menos otras 12 empresas privadas y dependencias públicas.
Por Carlos Haschmed Nava
