Tuxpan, Ver.- Aunque es una obra que acortó distancias entre el puerto y la citrícola ciudad de Álamo, el puente Ojite requiere no solamente de mantenimiento, sino también la instalación de alumbrado, pues en las noches es una auténtica “boca de lobo”.
Desde su inauguración, en noviembre de 2018 por parte del entonces gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, usuarios de la ruta corta Tuxpan-San Miguel-Álamo han demandado la instalación de luminarias, pero sin respuesta positiva.
En aquel momento el mandatario se jactó de aseverar que en la obra se invirtieron más de 140 millones de pesos, pero de inmediato se cuestionó la falta de lámparas a lo largo de los 390 metros del viaducto.
Asimismo, en fechas recientes habitantes de Ojite Rancho Nuevo demandaron la reparación de los accesos en ambos lados del puente, que cruza sobre el río Pantepec, pues el asfalto se ha deteriorado y se formaron enormes baches, peligrosos para los conductores sobre todo por las noches.
Cabe mencionar que la infraestructura es muy transitada, pues es también la vía corta a Tuxpan no solamente para las comunidades de Álamo, sino para las de otros municipios de la huasteca, como Ixhuatlán de Madero, Chicontepec, Zacualpan, Texcatepec, entre otras, e incluso Huayacocotla.
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