El Güello amenaza a taxista con una pistola

Coyutla, Ver. – El director de Catastro Víctor Aurelio Juárez Pinto, alias El Güello, nieto de la síndica única Iliria Urania Martínez Arroyo, se siente dueño del municipio, amenazó a un taxista con una pistola y atemorizó a las familias que disfrutaban de la noche en el parque Reforma.

Alrededor de las 20 horas del lunes, fueron alertados los números de emergencias para reportar que El Güello llegó a bordo de una camioneta Hilux, de color blanco, con las placas SP-02-951, la cual atravesó sobre la calle Ignacio Zaragoza, justo frente al Oxxo, al descender de la unidad sacó un arma de fuego y apunto a la gente que se encontraba en el lugar comprando golosinas y antojitos, quienes disfrutaban de una tarde en familia, luego detuvo al taxi 134 y le apunto con el arma al chofer, mientras gritaba que “el pueblo era suyo y nadie podía meterse con él”.

Ante la acción del Güello, la gente se atemorizó y se refugiaron en el interior del Oxxo, otros corrieron hasta el Palacio Municipal, ya que notaban que el sujeto aparentemente estaba bajo los efetos de algún estupefaciente y tenían miedo de que hiriera a algunas de las persona o niño que estaban en ese lugar.

“El hombre se veía drogado, como si el diablo lo hubiera poseído, su rostro mostraba maldad”, señalaron algunos testigos a este medio de comunicación y agregaron que su tío Juan Antonio, quien es el director de Obras Públicas, intervino para tranquilizar al endiablado sujeto y se lo llevó a otro sitio.

Es importante mencionar que este individuo estuvo involucrado en una acción de manera legal, el año pasado, donde supuestamente gracias a los argumentos de su abuela se hizo la víctima y la libro, pero a la gente le preocupante como actúa este individuo, quien es un funcionario público y por andar alcoholizándose en ocasiones no llega a trabajar haciéndose valer por el respaldo de su abuela.

Ante estos actos la Población exige a las autoridades municipales que tomen cartas en el asunto contra este disque funcionario y lo den de baja, antes de que alguien salga herido o peor aún prive de la vida a alguna persona.

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