jueves, marzo 28, 2024
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DESDE NUESTRA HEMEROTECA | La rebelión de los panaderos

Luis Navarro Arteaga

Es común que nos cuenten que la vieja “capital petrolera de México” era el paraíso.  Poza Rica, en los años 50, estaba lejos de ser el lugar de la concordia y el consenso. Había, como en toda agrupación humana, consensos y desacuerdos. En el segundo caso, auténticas rebeliones, como la de los panaderos que en 1954 se opusieron a que las autoridades municipales controlaran los precios de sus productos y generaron una mini crisis alimentaria: deliberadamente provocaron la escasez de bolillo durante varios días.

Algo en lo que muchos estaremos de acuerdo es que sin pan no hay paraíso y esto fue comprobado por los pozarricenses el 5de agosto de 1954 que cuando buscaron bolillo simplemente no encontraron “en vista de que los vendedores ambulantes, claramente expresaron… que los tahoneros, les habían suspendido los entregos de esta clase de pan” dice la nota principal de la edición de la Opinión de aquel día.

Esa misma nota se publica la declaración que al respecto hizo “El señor Nemorio González directivo del Sindicato de Trabajadores de la Industria del pan…” quien expuso que no podrían vender a los precios fijados por las autoridades municipales y que de mantenerse la intención del controlar los precios los panaderos dejarían de hornear. Lo que finalmente ocurrió por aquellos días.

El dirigente gremial expresó que “El bolillo tiene que hacerse de 70 gramos para que al cocerse quede de 60 que ha sido el peso fijado para el de 10 centavos, lo que resulta incosteable”. Más adelante la nota agrega que “desde hace tres días la población viene careciendo de pan de agua, lo que están haciendo los panaderos como represalia por habérseles fijado el precio tope al que lo deben vender…”

De acuerdo con lo que se publicó en La Opinión los consumidores respaldaban la “acción llevada a cabo por el presidente municipal Raúl Lara Mendoza, para evitar que se siga explotando a los habitantes con ese alimento indispensable”.

Pero no todo estaba perdido “la única panadería que… (cumplía) es la de la Sociedad Cooperativa de Consumo de la Sección 30 del sindicato petrolero, que obviamente se tenía que alinear a las disposiciones de las autoridades municipales ya que en aquella época ayuntamiento y sindicato era prácticamente lo mismo.
 
Lo que se puede observar en este caso es que Poza Rica, era la capital petrolera de México, pero no era el jardín del edén que siempre nos han contado donde todos vivían en armonía y nunca había desacuerdos.

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