Los dos principales centros culturales y políticos del país, Teotihuacán en el valle de México y Monte Albán en el estado de Oaxaca, inicia relaciones comerciales y políticas con la visita de una delegación teotihuacana a la capital zapoteca.
La delegación por los dirigentes Trece Nudo, Nueve Mono, Uno Búho y Tripe Voluta, y adornada con los característicos tocados con borlas de los embajadores teotihuacanos, es recibida por las autoridades zapotecas en el cerro Uno Jaguar, tras quinientos kilómetros de viaje.
Seguramente participarán en la ceremonia de inauguración de la plataforma sur de Monte Albán, que coincidirá con su visita.
El hecho de que los embajadores teotihuacanos hayan venido sin armas y hayan traído como presente a las autoridades locales varias bolsas de copal para quemar en las ceremonias religiosas, es interpretado por los observadores como una señal de las buenas relaciones que hay entre ambos centros.
Para rememorar este acontecimiento se ha construido en el montículo X de la capital zapoteca una lápida conmemorativa de travertino pulimentado, conocida con el nombte de la lápida del Bazán.