Castillo de Teayo, Ver.- La ausencia de visitantes se hizo notoria durante este periodo de Semana Santa en la villa, donde antes de que se declarara la emergencia sanitaria había concurrencia y bullicio en la plazoleta donde se ubica el edificio prehispánico.
“Si antes había cien personas paseando por aquí, ahora son 10 o 12, cuando mucho 15 personas en las tardes aquí por la pirámide”, indicó al respecto la encargada de uno de los comedores de la zona centro.
Y es que, además de la pandemia, durante la cual se ha insistido a la población a que se quede en casa, otros factores que inhiben la llegada de turistas a esta villa es el cierre del Museo de Sitio y la prohibición por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de subir al edificio prehispánico.
El INAH determinó cerrar el acceso la pirámide bajo argumento de preservar la estructura, sin embargo cuando había bailes el “golpe” de las potentes bocinas, que se colocan justo al lado del edificio, era muy fuerte y daba directo a las paredes, hizo notar el muralista Gilberto Cifuentes Martínez, de esta villa.
El caso es que, por la pandemia y las restricciones del INAH, esta cabecera municipal ha resentido la ausencia de turismo en los últimos 12 meses, lo que se hizo más evidente en este periodo vacacional de Semana Santa, reiteraron residentes de este lugar.