Investigada por los cargamentos de medicinas y materiales de curación que le donó la Secretaría de Salud durante el fatídico gobierno de Javier Duarte de Ochoa, a través de su fundación “Vivir para servir sin condición”, Zayma Zoraya Zamora García se autoproclama redentora de los grupos vulnerables de Poza Rica y la región para lucrar política y económicamente con su organización.
Un tatuaje de mal gusto en el cuello, a tono con su maquillaje y excéntrico corte de pelo reflejan su discordante personalidad, que busca expiar de culpas mediante un falso mesianismo que nadie que conoce su polémica trayectoria cree, como quedó ya de manifiesto con los fármacos y materiales de curación que recibía a través de generosos donativos que ella manejaba discrecionalmente y por los cuales cobraba fuertes sumas en calidad de “cuotas de recuperación”.