Las lluvias y los fuertes vientos amenazan de manera constante a la región y dejan pérdidas económicas en los prestadores de servicios de esta villa debido a que por esas condiciones climatológicas los turistas dejan de acudir a la villa.
Restauranteros, hoteleros y palaperos expusieron que ese factor no se puede controlar, pero afectan las ventas debido a que por desgracia los frentes fríos de la temporada se han dejado sentir principalmente los fines de semana cuando los turistas deciden acudir al municipio.