Integrantes de la organización Earthwork documentó en esta región las emanaciones no visibles de gases contaminantes en instalaciones petroleras, resaltando el hecho de que la concentración de estos en Poza Rica es una situación alarmante, en comparación con el resto de las investigaciones que ha realizado el equipo en más de 500 zonas petroleras de Estados Unidos y Canadá, por lo que instan a las autoridades a analizar la relación de la polución con la incidencia de enfermedades.
Las imágenes fueron grabadas en octubre pasado durante un recorrido realizado por los investigadores junto con activistas locales, pero fueron reveladas hasta ayer lunes 4 de diciembre. Visitaron instalaciones en los campos Remolino, San Andrés y Poza Rica, así como en el Complejo Procesador de Gas y la Termoeléctrica de Manantial.
Durante la reunión, los expertos explicaron las funciones de la cámara FLIR GasFinder 320, la cual permite la detección de compuestos orgánicos volátiles y tiene un costo superior a los 100,000 dólares. Es utilizada en la industria petrolera para la detección de fugas.
La organización ha trabajado abiertamente en Estados Unidos y Canadá, documentando las emanaciones imperceptibles al ojo humano, lo que ha obligado a las empresas a poner mayor atención y trabajar en su eliminación, según compartió la organizadora de la región sur, Priscilla Villa.
Estudios realizados por la organización en colaboración con el Instituto de Investigación de Ciencias Sociales de la Salud Ambiental de la Universidad del Noreste en Eagle Ford, Texas, demuestran que el 75 por ciento de los encuestados presentaba problemas de salud como migrañas, pérdida de memoria, confusiones, mareos y entumecimiento en extremidades.
Además, la mitad de los participantes del estudio refirieron problemas respiratorios como asma, fibrosis pulmonar y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
El propio Pete Dronkers, técnico operador de la cámara y quien ha documentado casos similares en más de 500 instalaciones petroleras, se dijo sorprendido por la magnitud de la polución en Poza Rica y Papantla, en especial porque la ciudad se encuentra dentro del campo de Pemex.
Por otra parte, Alejandra Jiménez, de la Red Unidor por los Derechos Humanos (RUDH), insistió en la necesidad de que las autoridades informen la relación entre la ocurrencia de enfermedades respiratorias y cáncer, entre otras, con los gases producidos por la industria petrolera.
De igual forma, requirió que Pemex informe acerca de las sustancias que están emanando de sus instalaciones y se sume a la reducción de las mismas.
