Pánuco, Ver.- Las prácticas de hechicería y brujería en los cementerios del municipio siguen realizándose, y para familiares de personas que ya descansan en su última morada, consideran que es una falta de respeto que estos lugares sean profanados por personas sin escrúpulos.
A las quejas que han realizado en incontables ocasiones vecinos de la comunidad de Vega de Otates desde hace varios años, se suman las inconformidades de residentes de la cabecera municipal que han levantado la voz para que las autoridades correspondientes brinden mayor vigilancia en el Camposanto, toda vez que el lugar se ha convertido en una profanación de tumbas por parte de personas que practican la brujería y la hechicería.
De acuerdo a la versión de Trinidad Flores y Rosario Bautista, que tienen a sus difuntos enterrados en ese lugar, se ha convertido prácticamente en un centro ceremonial.
Ello se debe, a que es común que se encuentren en las tumbas muñecos enterrados, gallinas muertas, veladoras de colores envueltas en listones, hierbas secas, pañuelos con especias, entre otras cosas.
Dicen los quejosos, que eso solo obedece a prácticas que realizan los brujos o llamados “Curanderos”; sin embargo el hecho lo consideran una total falta de respeto para los fieles difuntos.