Meghan Markle reapareció públicamente y participó en su primer evento real luego del nacimiento de su primer hijo, Archi, quien es fruto de su matrimonio con el príncipe Harry.
Todos esperaban ver a la madre primeriza, ya que varios reportes anunciaban que se sometería a fuertes regímenes alimenticios y de ejercicios para retornar a su figura muy pronto; sin embargo, durante la celebración del cumpleaños de la reina Isabel, lució muy natural.
Como cualquier miembro de Hollywood, la exactriz cuidó mucho su aspecto físico y es que muchas veces se ha afirmado que Meghan es apasionada del yoga y otros ejercicios. Por esta razón veíamos que tenía brazos tonificados, piernas delgadas y fuertes, así como un abdomen plano y cintura definida.
Su alimentación también juega un papel crucial, ya que la duquesa de Sussex es vegetariana, lo que le permitió tener una esbelta figura.
Luego de convertirse en mamá todo es bastante diferente. Meghan tiene una figura muy común luego de dar a luz.
Sus mejillas son más pronunciadas, sus brazos más gruesos y su abdomen ya no es plano.