Virginia, Estados Unidos.- Heather Heyer cruzaba el sábado una calle estrecha de la ciudad estadounidense de Charlottesville (Virginia), cuando un automóvil aceleró sorpresivamente y se la llevó por delante.
En seguida las redes sociales se llenaron de videos del momento. Se oyeron gritos, los que pudieron escapar del arrollamiento se replegaron y otros, quizá por adrenalina, corrieron hacia el auto, intentando sin éxito alcanzarlo.
Antes de la brutal embestida, Heyer, de 32 años, se había reunido con varios compañeros de trabajo para protestar contra una marcha convocada por supremacistas blancos en la ciudad.
La asistente legal nacida en el estado de Virginia también era una activista por los derechos civiles y se convirtió en la única víctima fatal en un día que estuvo marcado por disturbios y agresiones.
Las autoridades de la ciudad dijeron en un comunicado que “nunca” podrán “compensar la muerte de un miembro” en la comunidad” y que “este acto de violencia insensible abre un vacío en nuestros corazones”.
A pocas horas del incidente, un joven blanco de 20 años llamado James Alex Fields fue arrestado y acusado de homicidio en segundo grado, según detalló la policía. La colisión también dejó al menos 19 heridos.
La muerte de Heyer causó conmoción nacional, por el hecho violento y por el contexto simbólico en el que murió, así como las reacciones y condolencias de quienes la conocieron.