En vísperas del Año Nuevo, la fiebre de compras de artículos y productos para despedir al 2016 y festejar la llegada de 2017 se reflejaba ayer en un inusual movimiento en las zonas comerciales de la ciudad, principalmente en el primer cuadro.
Los consumidores abarrotaban puestos y tiendas para adquirir desde piñatas hasta ropa, frutas (las uvas principalmente, que alcanzaban los sesenta pesos por kilo), verduras, cárnicos y bebidas alcohólicas.
En el área comercial de la avenida Independencia, la principal de la citrópolis, sobre todo en la periferia del mercado y del tianguis especial de fin de año, el flujo vehicular se tornaba tan lento que era más fácil avanzar caminando que en automóvil.