La economía ha afectado hasta la fe cristiana; previo a la fecha en la que se celebra el nacimiento de Jesús, la restauración de las figuras del “Niño Dios” ha ido en decremento en los últimos años en Veracruz.
La restauradora Virginia Ruiz Aguirre, quien lleva más de 26 años reparando imágenes religiosas en el mercado Hidalgo, afirma que el trabajo ha disminuido derivado de la mala situación económica.
“Estamos bien chingados, no hay dinero, la gente no tiene dinero; la gente prefiere arreglar su Niño y ahora ni eso, es cuestión de dinero porque si no tienes dinero eres muy creyente pero llevas tu niño roto”.
Las restauraciones tienen un costo que va desde los 30 hasta los 180 pesos, dependiendo del tamaño y parte fracturada.
La misma situación se registró en víspera del 12 de diciembre, en el marco del día de la Virgen de Guadalupe. Cada vez son menos las personas que acuden a hacer un arreglo de ese tipo.
Y es que de acuerdo a la religión católica, el niño Dios (figura que se puede heredar y conservar a través de las generaciones) es el último en ser colocado en el Nacimiento que se instala en los hogares.
El niño Jesús se pone en el centro del pesebre el 24 de diciembre a la media noche para simbolizar la ceremonia de la llegada del hijo de Dios hecho hombre.