El Departamento de Estado de Estados Unidos ha ordenado a la delegación diplomática de Rusia en el país que cierre su Consulado en San Francisco, además de dos oficinas adjuntas de los Consulados de Nueva York y Washington DC. Según una nota de la portavoz del Departamento, estas oficinas deben dejar de funcionar el sábado, 2 de septiembre. Se trata del último movimiento en una espiral de represalias entre los dos países a cuenta de las sanciones económicas de EE UU contra Rusia.
La nota del Departamento de Estado dice que la decisión se toma “con el espíritu de paridad” en las relaciones entre los dos países. El movimiento de EE UU responde a la decisión del Gobierno de Vladímir Putin, el pasado mes de julio, de reducir el número de diplomáticos estadounidenses en su territorio. La decisión respondía a su vez a un nuevo paquete de sanciones aprobado por el Congreso de EE UU.
Formalmente, aquellas sanciones eran por la injerencia rusa en Ucrania y Siria. Pero en el origen de la escalada está la campaña del Kremlin para influir en las elecciones de EE UU del pasado noviembre a favor de Donald Trump. Las 17 agencias de seguridad del país afirman que durante la campaña electoral de 2016 hubo un esfuerzo coordinado desde el Kremlin para desacreditar a Hillary Clinton y favorecer a Trump. Dos comités legislativos investigan los hechos. El único que no da credibilidad con rotundidad a esta versión es el propio presidente Trump, que hizo campaña prometiendo una mejora de las relaciones con Rusia.
Pasadas las elecciones, el presidente Barack Obama expulsó a 35 diplomáticos rusos a los que dio tres días de plazo para abandonar el país y cerro un edificio oficial que supuestamente era un centro de espionaje ruso. Era la primera represalia oficial por la injerencia en las elecciones. Putin no respondió entonces. Trump, presidente electo, alabó públicamente la decisión de Putin.
A la vez que aprobaba nuevas sanciones contra Rusia el pasado julio, el Congreso de EE UU le quitó al presidente Trump el poder de levantar o suavizar esas sanciones de manera unilateral sin contar con el Legislativo. Fue entonces cuando Putin decidió actuar y expulsar a 755 diplomáticos. Dos semanas después, Trump publicó en Twitter: “Quiero dar las gracias a Putin porque estamos tratando de recortar en nuestras nóminas. Estoy muy agradecido de que haya echado a un gran número de personas”.
En la nota publicada este jueves, el Departamento de Estado dice que la presencia de diplomáticos de cada país en el otro sigue estando descompensada a favor de Rusia, pero con el cierre de estas oficinas se quedan con tres Consulados cada uno. “Estados Unidos desea que, habiendo tomado una decisión de acuerdo con el deseo de paridad de la Federación Rusa, podamos evitar más represalias por ambas partes y actuar para conseguir el objetivo declarado de nuestros presidentes: mejores relaciones entre nuestros países y mayor cooperación en áreas de interés mutuo”. Aun así, EE UU está preparado para futuras represalias, añade.
