Eran consultorios, despachos, comercios, algunos de ellos casas-habitación que datan de más de 40 años atrás, todos ellos poseen historias que se resguardan celosas entre vidrios rotos, polvo, escombros y basura.
Son 23 inmuebles abandonados que se localizaron en la colonia Tajín y Obrera, primer cuadro de la ciudad. La arquitectura de las construcciones delatan su edad, el material de los pisos pueden precisar su año, el vandalismo en la mayoría de ellos, su olvido.
Comerciantes que colindan con estos inmuebles apuntan que su principal preocupación es la insalubridad que hay adentro, por lo que dicen que además de nostalgia, el abandono resulta un problema de salud pública.
Griselda Cruz