La noche del miércoles se generó un desalojo en la colonia Nuevo Amanecer en donde por lo menos 12 personas se quedaron sin un lugar donde vivir, después del tremendo zafarrancho que fue protagonizado por el líder de dicho predio invadido Damián Cuervo Mejía.
A decir de cuatro mujeres desalojadas de nombres Minerva Crisanto López, Yaneth Martínez, Elia Juárez Pérez y Cristina Rosas manifestaron que el desalojo se vivió tras pretender salir del terreno denominado Nuevo Amanecer para llevar al hijo de la señora Janeth Martínez al doctor debido a que se encontraba enfermo y como por las noches montan guardias no pueden salir libremente.
Minerva Crisanto declaró que es originaria de Puebla y que hace poco más de 4 años le dijeron de la venta de unos terrenos y es por ello que vivía en el predio mencionado ya que había pagado a Damián Cuervo el terreno en varios pagos y que no pertenece al movimiento de los desalojados del Guayabo, que fue lo que dio origen a la invasión del predio ubicado en la calle Severiano Toledo.
Las familias desalojadas refieren que el “modus vivendi” de Damián Cuervo Mejía es cobrar cuotas al ingresar a los terrenos, para tiempo más tarde, desalojarlos para permitir el ingreso de otras personas a cambio de dinero y ahora se encuentran en el desamparo, se dicen traicionadas por quienes un día les prometió un lugar donde poder vivir y claman justicia para que cesen las agresiones de ese sujeto.
Vecinos del lugar refieren que se escucharon detonaciones que provocaron el espanto de mujeres y niños, huyendo despavoridos, la policía fue alertada de los hechos y al pretender intervenir, vieron frustrados sus intentos pues no les permitieron el acceso.
Después de dormir en la calle, este jueves las cuatro mujeres acudieron a la fiscalía de Álamo para interponer su denuncia, la cual no fue recibida por el personal de la dependencia debido a que no cuentan con las escrituras de su terreno, por lo que la tarde de este jueves no tuvieron más remedio que acudir a instancias municipales a fin de que las protejan porque andan con sus hijos en brazos.
Con lágrimas en los ojos Minerva dijo que quiere justicia, porque desde antes estaba padeciendo un calvario porque cuando logró contratar su medidor de energía eléctrica, se lo robaron ya que le llegó el recibo de hasta 6 mil pesos, sin que nada pudiera hacer.
