Tuxpan, Ver.- Pescadores tuxpeños mostraron desencanto y preocupación luego que el gobierno federal le diera la espalda a los lanza redes del Golfo de México, quiénes durante años han luchado para resarcir los daños del ecocidio por la empresa británica petrolera British Petroleum.
Esto, luego que el consultor jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Alejandro Alday González, como respuesta a la petición de apoyo enviada al presidente Andrés Manuel López Obrador, dónde básicamente contestan que no podrán proporcionarles ayuda, ya que el gobierno de Enrique Peña Nieto suscribió un acuerdo legítimo, que de ninguna manera se afectó a los pescadores mexicanos.
Henry Márquez Escudero, presidente de la Cooperativa Puente de Tampamachoco expuso que esto es sólo un revés a lo que han venido demandando los pescadores de este litoral, ya que dicha empresa petrolera británica British Petroleum, contaminó con un derrame de hidrocarburos, las aguas del golfo, durante más de dos meses.
Consideró que contestar a los pescadores de esa manera fue prácticamente un abandono de parte de las autoridades, ya que existen las pruebas de los sucedido el 20 de abril de 2010, cuándo explotó y se hundió la plataforma petrolífera Deepwater Horizon en el Golfo de México, la cuenca oceánica entre este país, Cuba y Estados Unidos.
Precisó que es incongruente que el gobierno de México no haga valer lo que por ley corresponde, pues si en Estados Unidos se pagó una indemnización por los daños, porque los mexicanos deben de quedar fuera de ello.
Al mismo tiempo, reprochó que British Petroleum, una empresa petrolera que ocasionó un daño grave en el Golfo de México, ahora sea concesionaria de unos yacimientos más grandes en el estado de Veracruz.
Tan sólo en el vecino país de Estados Unidos, la petrolera BP pagó indemnizaciones millonarias, pues un solo estado como Lousiana, recibió el equivalente a 370 millones de dólares en programas sociales, mientras que el anterior gobierno mexicano se conformó con recibir 25 millones de dólares para darse como indemnizado por los cuantiosos daños ecológicos, dinero que hasta la fecha se desconoce su paradero, pues los miles de pescadores mexicanos demandantes, no recibieron ni un solo centavo.