La única nave de una ONG con bandera italiana que patrulla el Mediterráneo central, la Mare Jonio, ha rescatado a 49 migrantes que se encontraban a 49 millas de las costas de Libia. Los migrantes se encontraban a bordo de una embarcación de goma averiada que estaba hundiéndose por la entrada de agua. A última de hora del lunes se dirigía hacia Lampedusa, tras solicitar a Italia la apertura de un puerto seguro. Es el primer rescate que efectúa esta nave, y el Ministerio del Interior que dirige Matteo Salvini, que suele esgrimir la bandera extranjera de las ONG para cerrarles los puertos, deberá afrontar ahora una nueva situación.
La alarma llegó del avión de reconocimiento de Moonbird de la ONG Sea Watch, que advirtió que una embarcación se encontraba a la deriva en aguas internacionales. La Mare Jonio se ha dirigido hacia esa posición, informó a la central operativa de la Guardia Costera Italiana y, según reza el comunicado emitido por la ONG, ha efectuado la operación de socorro siguiendo las normas del derecho internacional, los derechos humanos y del mar, y del código de navegación italiano. Entre los socorridos, hay 12 menores. Las personas a bordo llevaban en el mar casi dos días y, pese a estar estables, tenían problemas de deshidratación.
El barco se dirige ahorra a Lampedusa a la espera de que se le asigne cualquier otro puerto seguro en relación a la zona donde se ha producido el rescate. “Hemos pedido a Italia, nuestro Estado de bandera y Estado bajo el que jurídicamente y geográficamente recae la responsabilidad, que nos de un puerto seguro para estas personas”, señala la ONG. “Hoy hemos salvado a esta gente del naufragio y del riesgo de ser capturados y devueltos a las torturas y los horrores de los que huían”.
Pero el Ministerio del Interior, enfurecido por la acción, ha comunicado que Salvini ha firmado ya una directiva de urgencia para impedir que ninguna ONG, pese a tener nacionalidad italiana, pueda descargar inmigrantes en Italia si no ha seguido los procedimientos acordados. Es decir, Interior considera que el rescate debía haberse efectuado por parte de la Guardia Costera de Libia.
