Considerada desde siempre como la puerta de entrada hacia la carretera estatal Álamo-Tuxpan, la esquina de calle Matamoros y avenida Garizurieta requiere ya de una rehabilitación integral, toda vez que la afluencia vehicular hacia la zona de San Miguel aumentará excesivamente una vez que sea puesto en operación el Puente Ojite.
Por lo pronto, el deterioro que presenta dicho sector nuevamente es preocupante, sobre todo porque el punto donde fue reparado el socavón otra vez está a punto de colapsar, y cada día es más peligroso cruzar en vehículo sobre él.