En un sector del Parador Urbano detectaron la venta de pescado en estado de descomposición, esto representa un foco rojo de infección que pone en riesgo la salud pública; la mañana del domingo reportaron este hecho que causó indignación entre los consumidores.
La señora Irene, de la localidad de Plan de Ayala, municipio de Tihuatlán, arribó a las oficinas del periódico La Opinión para reportar lo que vivió. “Llegué temprano a las pescaderías del parador urbano, pedí sargos de los más pequeños, me dieron 5 y pagué 100 pesos, después me fui a mi casa”, comentó.
Al llegar a su domicilio sacó el pescado de la bolsa, lo revisó y al momento de verlo se dio cuenta que estaba completamente podrido, además generaba olores fétidos, “en el local se veía fresco, tenía hielo y estaba bien “cuidado”, pero la verdad es un asco y un abuso de su parte”.
Comentó que al regresar al negocio, y acudir con la persona quien se lo había vendido para reclamarle, pidió que le regresaran su dinero, sin embargo no le hizo caso y se negó a atenderla. La vendedora de pescado argumentó que ella no le había vendido nada.
Es necesario manifestar que hasta el momento la Jurisdicción Sanitaria Número 3 no ha hecho ningún operativo para detectar este tipo de anomalías que atentan contra la salud, además generan pérdidas en el bolsillo de las familias de la región.